La Estación Espacial Internacional (ISS), laboratorio en órbita terrestre, uno de los mayores logros de la humanidad y la estructura espacial más grande y más costosa jamás construida, puede llegar a parecerse a tu típica piscina inflable: se le suele escapar el aire. La edad de sus componentes (más de 20 años), sus soldaduras viejas y demás puntos suelen ser lugar de microfugas de aire que no representan ningún peligro para la tripulación, sin embargo, en septiembre de 2019 la NASA detectó por primera vez indicaciones de un pequeño incremento en la velocidad estándar en la que el aire se fuga. La temperatura de la estación y las actividades que se realizan como caminatas espaciales y visitas de cápsulas, afectan la presión de la ISS que fluctúa entre 724 y 770 mmHg (simulando la presión a nivel del mar), por lo que las tareas de encontrar la localización exacta de una fuga inusual son muy complicadas, e incluso tomo tiempo hasta que la NASA confirmó que en efecto, lo que se detectó en 2019, se trataba de una fuga anormal. Fue así como este 20 de agosto, la NASA anunció que la tripulación de la ISS pasaría el fin de semana en el segmento ruso, levantando confusiones de una fuga que recién se había detectado. La fuga no es importante, y por tanto, no se le dio la prioridad necesaria hasta ahora, un momento en el que la ISS tiene un calendario de eventos muy relajado, y cuenta con solo tres ocupantes. Con la tripulación aislada en el segmento ruso, se cerrarán escotillas del segmento estadounidense para determinar la localización exacta de la fuga, algo que no tiene precedentes en la historia de la ISS.
Otras fugas importantes como la de la cápsula Soyuz MS-09 en 2018, y una en el segmento estadounidense en 2004, fueron encontradas antes de que se realizara un aislamiento. De todas formas, esta pequeña fuga no ha representado ni representará un peligro inmediato para la tripulación a bordo, pero se ha decidido buscarla ya, puesto que en los próximos meses se tienen programadas caminatas espaciales, llegadas de cápsulas no tripuladas, y el incremento de 7 habitantes en la ISS para finales de octubre. Con información de Eurekablog, Spaceflight Now y The Verge.
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Este martes 18 de agosto, la última cápsula de transferencia H-II dejó la Estación Espacial Internacional, durante la misión HTV-9. Tras su llegada el pasado 25 de mayo, la cápsula entregó más de 6 toneladas de carga, suministros y más a la tripulación de la ISS.
Luego de 85 días de estadía, la cápsula fue desatracada del puerto nadir del módulo Harmony por el brazo robótico Canadarm-2, a las 13:51 UTC; el brazo la soltó a las 17:36 UTC.
Antes de partir, los miembros de la tripulación cargaron a la HTV de basura y objetos no necesarios, para que la cápsula los desechara mientras se quema y destruye durante su reentrada en la atmósfera terrestre. Esta ha sido la última misión de la cápsula HTV de primera generación, aunque la JAXA (agencia espacial japonesa) ya se encuentra desarrollando su reemplazo, la HTV-X que debutará en 2022 lanzada por el también en desarrollo cohete H-III. La partida de la HTV-9 ha dejado únicamente cápsulas rusas en la estación, que cuenta con tráfico mínimo incluyendo una sola Soyuz (como 'bote salvavidas' para los 3 miembros de la tripulación que actualmente se encuentra en la ISS) y dos Progress de carga que permanecerán ahí hasta diciembre.
La cápsula reingresó en la atmósfera el jueves 20 de agosto a las 07:07 UTC sobre el Océano Pacífico, concluyendo así un historial de 9 misiones exitosas a lo largo de 11 años. La próxima misión de carga hacia la ISS se realizará con una cápsula Cygnus el 30 de septiembre, mientras el calendario de eventos en la estación permanece relativamente tranquilo. Este 29 de julio, se realizó un encendido de motores para corregir la órbita de la Estación Espacial Internacional (ISS) por parte de la cápsula Progress MS-14 acoplada a la estación, llevada a cabo a las 13:57 UTC, con una duración de 336 segundos y aumentando la velocidad de la estación en 0.65 m/s. La órbita de la ISS obtenida tras esta corrección fue de 417.50 km × 436.20 km × 51.66°, dando una vuelta a la Tierra cada 92.87 minutos. Los encendidos de motores se realizan para estabilizar la altura de la órbita de la estación, evitando así su decaída debido al roce (muy pequeño, pero con el tiempo importante) de la atmósfera a esa altura.
También, esta corrección permite obtener los parámetros necesarios para el lanzamiento de la cápsula tripulada Soyuz MS-17 que se lanzará en octubre. Más información acerca de las próximas actividades en la ISS. Esta fue la séptima corrección orbital de este 2020. La cápsula Progress MS-15 fue lanzada a la ISS este 23 de julio a las 14:26:21 UTC, llevando cerca de 2600 kg de carga hacia la Estación Espacial Internacional, repartidos en propelentes, carga presurizada, oxígeno y agua. Este ha sido el 132° vuelo no tripulado a la ISS y el 167° vuelo de una cápsula Progress, mientras que en las estadísticas de este 2020, este fue el 5° no tripulado a la estación, y el 2° de esta cápsula. Esta misión, al igual que la mayoría de las últimas Progress que han sido lanzadas, realizó un perfil de viaje de 2 órbitas, para llegar a la ISS tan solo 3 horas después de su lanzamiento. El acoplamiento con el módulo Pirs ocurrió a las 17:44:52 UTC, igualando el récord de la cápsula Progress MS-12 con 3 horas, 18 minutos y 31 segundos. Este no solo fue el lanzamiento-acoplamiento más rápido hacia la ISS, sino que también fue el cuarto más rápido en toda la historia de la exploración espacial:
El acoplamiento no fue muy rutinario, pues durante la aproximación final de la cápsula, a ~5 metros del puerto, se comenzó a mostrar una desviación que puso tensos a los tripulantes de la estación. Control de Misión en Moscú -aparentemente- revisó que no se trataba de un problema mayúsculo y no concedió el control manual usando el sistema TORU. De todas formas, Roscosmos publicó algunos tweets aclarando que la situación estuvo bajo los límites de tolerancia para un acoplamiento automático, pero se revisará detenidamente el sistema KURS-NA y los procedimientos de aproximación. Esta Progress permanecerá en la ISS por poco menos de 5 meses, teniendo una partida programada para inicios de diciembre, mientras que la siguiente Progress que llevará más suministros a la estación despegará a mediados de ese mismo mes. El próximo lanzamiento de carga a la estación lo realizará el cohete Antares, llevando la cápsula Cygnus NG-14 en octubre.
Los astronautas Christopher Cassidy (actual comandante de la ISS) y Robert Behnken realizaron una caminata espacial (EVA) este 21 de julio, con la finalidad de realizar tareas variadas para mejorar algunos sistemas de la Estación Espacial Internacional. Esta EVA originalmente estaba planeada para continuar reemplazando baterías del sistema de energía de la ISS, sin embargo, tanto Behnken como Cassidy lograron concluir su trabajo en 3 EVAs, en lugar de 4 que estaban planeadas. Todas excepto una batería han sido ya reemplazadas, ya que como fue comentado en la EVA-67, una falló poco después de ser instalada en 2019. Su reemplazo será instalada en una futura caminata espacial. Comenzando a las 11:12 UTC, ambos astronautas instalaron una unidad de almacenamiento protectora que incluye dos unidades RELL (sigas en inglés de Localizador Robótico Externo de Fugas) que el brazo robótico Dextre puede usar para detectar fugas de amoníaco en la ISS. Este gas se utiliza para operar el sistema de enfriamiento de la estación. Posteriormente, Cassidy y Behnken retiraron dos "accesorios-H" en la base de unos paneles solares de la estación. Estos accesorios se utilizaron para el procesamiento en tierra de los paneles solares antes de su lanzamiento, y ya no son requeridos. En su lugar, será instalado nuevo equipo que soportará la colocación de nuevos paneles solares, llamados iROSA (ISS Roll-Out Solar Array). En esta EVA, se retiraron 2 de 6, mientras que este nuevo equipo y paneles comenzarán a ser lanzados a la estación por cápsulas Dragon comenzando en 2021. También, ambos astronautas comenzaron a preparar el exterior del módulo Tranquility para la llegada a fines de este año de la esclusa comercial Nanoracks. Después de su instalación, la esclusa de aire se podrá utilizar para desplegar experimentos en el espacio. Otra tarea realizada fue enrutar cables de Ethernet y quitar una tapa del filtro de una cámara externa de la ISS. Tras 5 horas, 29 minutos, la EVA-68 finalizó a las 16:41 UTC. Se trató de la décima EVA tanto para Cassidy (acumulando 54 horas, 51 minutos) como para Behnken (acumulando 61 horas, 10 minutos). Behnken es el 4° astronauta que más tiempo ha pasado en actividades extravehiculares, por detrás de Anatoly Solovyev (88h 22m), Michael Lopez-Alegria (67h 40m) y Andrew Feustel (61h 48m). Igualmente, ambos astronautas entran en el selecto grupo de personas que han realizado 10 o más EVAs, acompañados por el mismo Solovyev, Lopez-Alegria y Peggy Whitson. Esta fue la actividad extravehicular #231 para realizar mejoras/reparaciones en la Estación Espacial Internacional, la #177 de Estados Unidos (o la #68 sin contar aquellas realizadas por los transbordadores) y la #7 de este 2020.
En total, se han acumulado 1452 horas, 03 minutos de tiempo de caminatas espaciales. |
Bitácora de la ISSInformación y archivo de actividades de la Estación Espacial Internacional (ISS).
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